En la ciudad de Kalunga, Rusia, una mujer es investigada porque se cree mantuvo sometido a un hombre que intentó robarle.
Ató al hombre con el cable de un secador de pelo, lo amordazó y le dijo a los clientes que ya estaba por llegar la Policía.
Olga llevó a Viktor al fondo del local. Después de esposarlo y obligarlo a tomar viagra, el ladrón fue utilizado como esclavo sexual por 48 horas.
Después de dos días, la mujer liberó al delincuente que, paradójicamente, se dirigió a la comisaría para realizar la denuncia por violación, después de pasar por el hospital para controlar las lesiones que tenía en su miembro.
A su vez, la mujer hizo una denuncia por robo y después dijo: "Es un idiota. Sí, lo hicimos algunas veces, pero le compré unos pantalones nuevos, le di de comer y de beber, y luego, cuando se marchó, le regalé 1.000 rublos (unos 23 euros)".
"No sé qué va a pasar. Podríamos enviar a los dos tras las rejas: a él por asalto y a ella por violación", comentó sagazmente un oficial de policía.
A su vez, la mujer hizo una denuncia por robo y después dijo: "Es un idiota. Sí, lo hicimos algunas veces, pero le compré unos pantalones nuevos, le di de comer y de beber, y luego, cuando se marchó, le regalé 1.000 rublos (unos 23 euros)".
"No sé qué va a pasar. Podríamos enviar a los dos tras las rejas: a él por asalto y a ella por violación", comentó sagazmente un oficial de policía.
¡larga vida a reverdito!
¡yeah!
(N. del a.): Maldita sea la barra de edición de Blogger que en vez de hacerme caso y tener goyete, no.