Friday, April 27, 2007

Votar a un Pelado.

Lo sabe un chico de cuatro años, de salita celeste, que ni siquiera sabe hablar correctamente.
Lo sabe un chico de seis años, que ni siquiera sabe escribir.
Lo sabe un chico de doce años, que desconoce todas las materias que le deparará el secundario. Lo sabe un adolescente de diecisiete años, aunque sea la edad de las confusiones, la edad en la que nada se sabe con certeza.
Lo saben sus padres.
Lo saben sus abuelos.
Lo sabe el tutor o encargado.
Lo saben los que no tienen estudios completos.
Lo sabe el repetidor.
Lo sabe el de mala conducta.
Lo sabe el que falta siempre.
Lo sabe el rateado.
Lo sabe el bochado.
Lo sabe hasta un analfabeto.

No se vota a un pelado.

No se puede votar a un pelado.

A los pelados no se los vota.

Lo sabe un chico de cuatro años, de seis, de doce, de diecisiete, lo saben los repetidores, los de mala conducta, los analfabetos, los bochados, sus padres, sus abuelos, cualquiera lo sabe, pero no lo saben algunos partidos políticos.

Son unos burros.
No saben lo más primario.
Lo que saben es votar a un pelado.
Lo que saben es pegar gigantografías de pelados por toda la ciudad.
Lo que saben es prohibirnos escribir en sus carteles.
Lo que saben es imponernos sus rostros... pelados.

De los pelados.

De pelados.

Lo que no saben es que un pelado puede al menos salir a la calle.

Lo que no saben es que uno se puede reir de un pelado.

Lo que no saben es que se les puede pegar con un palo.

Pero no se puede votar a un pelado.

No se lo vota a a un pelado.

A los pelados no se los vota.

Y no lo saben porque son unos burros.

Y si no lo saben que lo aprendan.

Y si les cuesta aprenderlo que lo aprendan igual.

Y si no lo quieren aprender por las buenas, que lo aprendan por las malas.

Que se vuelvan a sus casas y escriban mil veces en sus cuadernos lo que todo el mundo sabe menos ellos, que lo repitan como loros hasta que se les grabe, se les fije en la cabeza, lo reciten de memoria y no se lo olviden por el resto de su vida; ellos y los que los sucedan, ellos y las demás personas, los de ahora, los del año próximo y los sucesores de los sucesores, que aprendan lo que saben los chicos de cuatro años, de seis, de doce, los adolescentes de diecisiete, los rateados, los bochados, los analfabetos, los repetidores, los padres, los abuelos, los tutores o encargados, con o sin estudios completos:

Que no se lo vota a un pelado.

No se vota a un pelado.

No debo votar a un pelado.

A los pelados no se los vota.

Sepan, conozcan, interpreten, subrayen, comprendan, resalten, razonen, interioricen, incorporen, adquieran, retengan este concepto, aunque les cueste porque siempre están distraídos, presten atención y métanselo en la cabeza: los pelados son un poco degenerados.


Por Saulo
Para Reverdito.

1 comments:

Sabúl said...

Decidí pasarle este texto a Mex, para que le hiciera un par de adaptaciónes, y el suyo terminó saliendo en La Nación.
Que poco justo.